En el Cibercafé/ ¿Otro Silicon Valley?

AutorHumberto Vela del Bosque

He leído que a Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, le atrae la idea de posicionar al DF como una especie de Silicon Valley, sólo que en versión totonaca, buscando con ello conducir de otra manera el ya caótico crecimiento urbano de la capital del país.

Consciente de que la industria de las nuevas tecnologías no generan tantos problemas urbanísticos como otros sectores industriales más, digámosle así, tradicionales, López Obrador buscará aprovechar las ventajas que tiene el Distrito Federal -recursos humanos especializados, la mayor base científica del país, infraestructura urbana, etc. para atraer empresas de tecnología, principalmente de el área de software.

En este sentido, el jefe de gobierno anunció la semana pasada la instalación de un parque industrial de alta tecnología, en terrenos de lo que fuera la Refinería de Azcapotzalco, ya que, según él, uno de los problemas más graves de la capital es que técnicos y profesionistas jóvenes no encuentran trabajo al egresar de los planteles.

En ese evento, López Obrador comentó que la industria de tecnología de punta es un sector que requiere de la mano de obra profesional y calificada que puede ofrecer la Ciudad.

Y prometió que "como ese parque, se van a crear varios más en el Distrito Federal".

Estamos de acuerdo de que el Distrito Federal cuenta con ciertas ventajas, pero a la hora de competir contra otras ciudades, como Guadalajara o Monterrey, sus desventajas se magnifican.

La inseguridad pública, el caótico tránsito, la contaminación ambiental, las enormes distancias que se tienen que recorrer día a día, de alguna manera son vistas con lupa por las empresas extranjeras de alta tecnología cuando están analizando posibles ubicaciones de nuevas plantas u oficinas.

Sí, sabemos que industrias como las de las nuevas tecnologías, requieren mano de obra calificada, centros educativos de alto nivel, programas de enseñanza especializada, actividades de investigación en universidades que estén bien relacionadas con el sector, infraestructura de comunicaciones adecuada, inversión pública, pero principalmente privada, y muchas más; y sí, lo sabemos, el DF las puede satisfacer, pero no de manera competitiva.

Claro, sí realmente López Obrador diseñara un programa que sirviera de catalizador y promotor para alentar a empresas de este sector a instalarse en la capital, no sólo sus oficinas de representación, sino verdaderas fábricas, ya sea de hardware o de software, quizá...

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