Ximena Peredo / Los pseudoecologistas

AutorXimena Peredo

"Por convicción hemos decidido cuidar el medio ambiente como nunca lo hicieron los anteriores gobiernos -y, lo más interesante- ni lo demandaron los pseudoecologistas que tanto nos atacan", lo anterior lo mencionó el Presidente en su reciente informe de gobierno. Pero, ¿quiénes son ellos, los pseudoecologistas? Así me han llamado a mí, por cierto, decenas de veces.

Cuando el medio ambiente no se concibe desde una concepción integral, entendiendo sus vínculos sociales y económicos, cuando no se le plantea con datos, coordenadas ni relaciones, suele más bien quedarse en una dimensión discursiva. "Salvemos al planeta", "desarrollo sustentable", entre otras, son líneas abstractas que pueden usarse exactamente para lo contrario. Llamarle a alguien pseudoecologista, sin explicar la razón, es lo mismo.

Durante los últimos 20 años, el ambientalismo ha crecido como movimiento político en el país. Lo que en un principio fue causa de pocos se ha convertido en una obligación moral cada vez más extendida, de cara a la destrucción del territorio y a la deforestación, la extinción masiva de especies y el deterioro de nuestra salud.

Los ecologistas, que eran esas personas que hacían denuncias, organizaban protestas y casi siempre perdían, somos cada día más. Defenderse o morir. Muchas de estas personas que se organizan contra la contaminación del aire, la explotación minera a cielo abierto, la pesca furtiva, entre cientos de otras razones, son tildadas de "pseudoecologistas" en un intento -que a veces se consuma- de desprestigiar la causa entera.

Llevo por lo menos 20 años escuchando a grupos políticos y económicos llamar así a quienes amenazan sus intereses. También dicen que "les falta información". Acto seguido ignoran toda denuncia, por más grave que sea. Por eso, cuando el Presidente arremetió contra quienes se resistieron -nos resistimos- a los megaproyectos Dos Bocas y Tren Maya, me recordó a los gobiernos de siempre que pagan con contratos el apoyo de sus auspiciadores.

Semarnat y Profepa llevan décadas (no) trabajando por encargo. Si el proyecto lo apoya el gobierno federal, el enfoque es en el famoso "cómo sí". Esto quiere decir que llevamos años patrocinando la...

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