Xochimilco: El ocaso de un paraíso

AutorClaudia Paz y Puente, Adriana Casas, Jorge González y Ana Cecilia Silva

Las ondas del agua, tan contaminada como silenciosa, se quedan rezagadas tras la trajinera. Estamos en Apatlaco, uno de los numerosos canales con los que cuenta la zona protegida de Xochimilco y un fiel reflejo del deterioro que ha sufrido este pueblo de gran tradición.

La trajinera es conducida por Andrés, un joven remero pero con 14 años de experiencia. La vista del canal es desalentadora: agua oscura y chinampas desgajándose alrededor.

"No hay ninguna parte que sea fea por aquí, pero en cualquier lugar tiran basura", explica.

La basura, la urbanización, pero principalmente la contaminación del agua, han sido los principales problemas que esta belleza natural, ubicada al sur de la Ciudad de México, ha enfrentado a lo largo de su historia.

El deterioro

Xochimilco es un pueblo que ha construido su historia alrededor de sus canales, por lo que el deterioro de la calidad del vital líquido ha sido el elemento esencial de su lenta y constante decaída.

A principios del siglo 20, el crecimiento acelerado de la población de la Ciudad de México acabó con los manantiales del cerro de Chapultepec, y se consideró al lago de Xochimilco para abastecer de agua a la capital.

En la época de Porfirio Díaz, se ideó la construcción de un acueducto que extrajera el agua de los manantiales de Xochimilco y la llevara a la Ciudad; a cambio, el pueblo xochimilca recibiría los beneficios de la modernidad: pequeños grifos que resultaron insuficientes para la población.

El agua regresó a Xochimilco hasta casi 50 años después, cuando el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines les llevó aguas tratadas provenientes de otros lugares, como el Cerro de la Estrella.

Para esos años, la mayor parte de la tierra xochimilca ya sufría de descuido y devastación, los canales estaban intransitables para la navegación y eso amenazaba de muerte a la producción chinampera, afirma el especialista Ernesto Arréchiga en su texto "De la Exuberancia, al Agotamiento".

Aguas tratadas

Sergio Cordero, cronista de Xochimilco, se muestra sensiblemente preocupado por las condiciones del agua.

"En los canales pueden verse los tubos de aguas tratadas y los jardines se riegan con ellas; es un agua clarita, un poco amarillenta, pero no es apta para beber, porque contiene bacterias patógenas y metales pesados", explica.

"Se están inyectando a los canales aguas tratadas, pero no están degradando los metales pesados ni las bacterias, por lo que las verduras que se siembran están contaminadas", asegura.

"En la...

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