Entrevista / José de Yturbe / 'Un arquitecto 'normal' necesita estudiar influencias culturales'

La antesala de una carrera exitosa se basa en el aprendizaje, la disposición y la experiencia. Estos tres elementos distinguen el quehacer del arquitecto José de Yturbe Bernal.

Después de trabajar en los despachos de Juan Sordo Madaleno, Augusto H. Álvarez y Enrique de la Mora y Palomar, el creativo vivió en Roma, Italia, donde se empapó de la cultura de aquel país europeo.

Una de las amistades más importantes de su vida fue la de Luis Barragán, quien le enseñó a apreciar las raíces de la arquitectura mexicana, el uso del color y la emotiva presencia de la luz natural.

El también representante del despacho De Yturbe Arquitectos ha realizado más de 150 proyectos. Entre sus obras destacan la Torre Alta en Monterrey, el Hotel Westin Regina, en Puerto Vallarta y los Cabos, y el Nejapa Country Club en Managua, Nicaragua.

En entrevista, José de Yturbe Bernal explica los principios básicos de su arquitectura y los retos de construir obras en México, así como la importancia de presentar su diseño en el extranjero.

Antes de estudiar Arquitectura, usted cursó Ingeniería Civil. ¿De qué manera le ayudó para complementar su profesión?

Estudié primer semestre y un poco del segundo. Con eso fue suficiente para descubrir que ésa no era mi carrera, pues me gustaba más el diseño. Entonces la dejé. No obstante, a pesar del poco tiempo que le dediqué, me ayudó a tener importantes conocimientos de matemáticas y estructura.

¿Qué le dejó el haber trabajado con Juan Sordo Madaleno y Augusto Álvarez?

Después de salir de la carrera no se tiene el oficio de la arquitectura. Realmente, trabajar en el despacho de estos arquitectos me enseñó los desafíos de mi profesión y la rigurosa disciplina que se requiere día con día.

También estuve con el arquitecto Andrés Casillas, quien conoció mucho a Luis Barragán.

¿Luis Barragán también influyó en su carrera?

Lo conocí cuando era joven y tuvo una gran influencia en mí, pues a los dos nos gustaban las raíces de la arquitectura mexicana. Algunos arquitectos contemporáneos desconfiaban de él, no le daban crédito porque diseñaba espacios grandes con patios y muros gruesos. Sin embargo, él tenía muchos fundamentos adquiridos de viajes y de estudios.

En un principio, Barragán era poco apreciado. Hasta que le dieron el Pritzker las cosas cambiaron. Yo comía regularmente en su casa. Nunca trabajé con él, pero me fijaba en lo que hacía.

¿Vivir en Roma enriqueció su visión arquitectónica?

En Roma trabajé con Luigi Moretti, quien...

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