Zucchetti, un bailarín royal

AutorFrancisco Morales V.

Desde hace más de una década, el bailarín italiano Valentino Zucchetti, primer solista del Royal Ballet de Londres, ha concebido incontables piezas para sus colegas, pero es hasta ahora, en México, que se estrenará como coreógrafo de sí mismo.

Sucederá dentro del espectáculo monumental Carmina Burana, clásico de Carl Orff que se presentará en el Auditorio Nacional el 22 y el 23 de octubre, y para el cual creó, como obertura, su propia interpretación del Bolero de Maurice Ravel.

La tarea que se impuso fue doblemente complicada, reconoce: imprimir su propio sello a una obra que ya ha sido coreografiada por grandes de la danza internacional, con versiones icónicas como la original de Bronislava Nijinska y las de Serge Lifar y Maurice Béjart.

"Nunca lo he bailado. He visto muchas versiones, pero tampoco lo he coreografiado. Es una pieza musical tan emblemática, con tantas coreografías icónicas a partir de ella, que estaba un poco dudoso de aproximarme a la pieza", reconoce el bailarín.

Tras este estreno vendrá la presentación del clásico de Carmina Burana, un espectáculo que reúne a la Orquesta Sinfónica Nacional, a la compañía de Danza Contemporánea de Cuba, a los coros EnHarmonia Vocalis y Schola Cantorum y a la cantante Filippa Giordano, y el coreógrafo italiano se muestra confiado con su creación como preámbulo.

"El Bolero nunca ha sido hecho de esta forma, con esta idea en particular, así que la forma en la que lo estoy haciendo es completamente distinta a cualquier otro Bolero", promete.

En este primer esfuerzo por interpretar una coreografía suya, Zucchetti, quien ha bailado para el Royal Ballet de Londres desde 2010, decidió crear una pieza única para la audiencia mexicana, con un concepto que se aproxima a lo místico.

"Mi idea inicial es tener la imagen de un chamán, como parte de una tribu, que empieza con su ritual del día usual, pero el pulso de la música, que es el pulso del latido de un tambor, poco a poco se va apoderando de su cuerpo", detalla.

La progresión in crescendo del Bolero da pie a que la figura central pierda el control progresivamente, hasta caer completamente exhausto hacia el final.

"Quería mostrar cómo nuestros instintos básicos pueden sobrecogernos y fallamos al controlarlos", abunda.

Para esta...

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